lunes, 24 de noviembre de 2014

Como miramos el mundo.

Como miramos el mundo.





El chico nuevo que ha llegado nos parece guapísimo, la playa que hemos encontrado nos deslumbra con su belleza, la primera vez que oímos aquella canción se nos puso la piel de gallina...

la primera vez que olimos un boletus, la primera que comimos un caqui, la primera vez que olimos el musk,

todas esas primeras veces nos parecieron momentos mágicos, nos sacaron de la rutina he hicieron ese día especial..
Con el tiempo vamos acostumbrándonos a lo que vemos a diario, y todo nos parece aburrido y monótono, hemos visto cientos de veces esas vincapervincas, y nos hemos cruzado con aquel perro otras tantas.. y pensamos en ir a la India, para sorprendernos con la belleza del Tal Mahal, aunque vivamos a doscientos metros de la catedral de león o tengamos delante de las narices el monte Teleno.

Esta bien que a veces nos tomemos unos segundos, nos paremos en el tiempo y el espacio, abramos nuestra nariz, los ojos, los oídos, remanguemos las mangas del jersey y dejemos la piel de los antebrazos al aire... y pensemos que es la primera vez que estamos ahí en ese momento...

Cuando miras un árbol un segundo ves un árbol, cuando te quedas fijo mirándolo con los pies descalzos sobre la hierba, y sintiendo la energía fluir acia sus raíces... y como asciende por sus ramas y se dispersa en enorme abanico áureo... dejas de ver un árbol, y ves un ser vivo, único y especial que dedica su existencia a los demás, a cobijar, a dar de comer , aire limpio y después de su muerte, a dar cobijo o calor... el ser mas generoso del planeta.

Cuando pasas al lado de un río, lo miras y ves un río, pero si te sientas a su lado y lo observas, lo hueles, oyes la música de sus burbujas y sus golpeteos de agua, sientes en tu piel esa humedad que brota de el y se esparce por el aire... entonces .. ves la vida fluyendo sobre la madre tierra, ves que es vida, en si misma, es la carne y el cuerpo de la vida corriendo, repartiendo magia a su camino y buscando su hogar en el mar.

Quizás has visto miles de veces la cara de esa persona que ocupa un espacio en el mundo cercano a ti, o que convive contigo, pero a la luz de la vela, una noche de tormenta... esa cara cambia, y ves la belleza de aquel o aquella en quien sabes que puedes confiar y que sabes que daría la vida por ti.. y ya no ves sus arrugas, ni su cartón en la cabeza, ves su hermoso pelo blanco su afila nariz, su brillo en los ojos, y sientes como de el surge una lengua de aire cálido que te abraza y te rodea por que hay una parte de su alma que siempre piensa en si estas bien y si eres feliz.

Cada día tenemos que volver a aprender a mirar el mundo que nos rodea, a verlo con ojos de el aquí y ahora, a verlo todo como si fuera la primera vez, y a ver con los ojos de la verdad... ver lo que realmente tenemos delante, no el decorado de cartón piedra que hemos creado en nuestra mente para manejarnos en un mundo cómodamente sin tener que dedicarle mucho tiempo, la calle ,la casa, el semáforo, el camino a... mapas e imágenes conocidas... que si las viéramos por primera vez serian merecedoras de ser examinadas cuidadosamente, pero que apenas son mas que una foto plana mental útil y reconocida.

La belleza esta en el ojo que mira.Dicen... y es cierto, y es  la actitud la que debe guiar ese ojo tratando de mirar mas allá, todo encierra vida, estética, arte, lujo, olores ,sabores, colores nuevos...

Esto solo pretende ser una invitación.

Párate y siente con los 6 sentidos.

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